Científicos afirman que amor a primera vista no existe
Éste reportaje lo leí en el diario La Tercera hoy en la mañana y lo encontré digno de compartir. Sirve para demostrar, una vez más, que los sentimientos profundos y verdaderos se trabajan lentamente, piedra tras piedra, en las buenas y malas, y juntos.... espero que lo disfruten como yo.
El verdadero amor es un sentimiento que se basa en la confianza, el compromiso y un apego que surge en una relación más larga, dicen los expertos. La explosión química inicial es eminentemente pasión y deseo.
Un fogonazo de sustancias químicas es lo que parece experimentar una persona cuando se enfrenta a alguien que le produce una intensa atracción: cada palabra que sale de su boca parece ser la correcta, sus gustos impecables y la forma de moverse altamente seductora. Esta ráfaga de impulsos es comúnmente calificada como amor a primera vista.
Ahora, sicólogos británicos han echado por tierra la romántica noción de un amor violento y afirman que este sentimiento tarda alrededor de un año de larga y estable relación para surgir en gloria y majestad. Siguiendo a una cita
El sondeo fue liderado por el sicólogo Jeff Garvin, de la U. de Bath, en el Reino Unido, y consistió en el seguimiento a 147 parejas que se conocieron a través del website de citas en internet Match.com. De aquellas que alcanzaron en promedio 12 meses de compromiso, el 61% dijo que estaba experimentando un profundo amor hacia su pareja caracterizado por la sensación de intimidad, la confianza y entrega, y pasión. La química explosiva
Diversos estudios han demostrado que, en un primer momento, lo que sucede en el cerebro de una persona que experimenta fuerte atracción se aleja de la percepción que se tiene del amor: según estudios hechos por la antropóloga Helen Fisher, de la U. de Rutgers, en EEUU, y por Arthur Aron, de la U. Estatal de Nueva York, los niveles de serotonina bajan, los de dopamina suben y se activan las mismas zonas del cerebro que trabajan cuando se consume alguna droga, como la cocaína. Esto explica la intensidad y pasión física que se suele experimentar.
Cuándo surge el amor
En cambio, el amor romántico se asocia más con otras sustancias. Cuando esta locura amaina y se entra en la etapa de una relación estable, intervienen la vasopresina, relacionada con los sentimientos de posesión, y la oxitocina, que produce apego hacia el otro. Esa sensación de protección y seguridad es la que las parejas en el sondeo británico identificaron como amor verdadero. La oxitocina tiene efectos mayores: es responsable del apego amoroso, pero también se comprobó que reduce el apetito sexual y aumenta el romanticismo. Pensando en el largo plazo
Finalmente, en la etapa de apego de largo plazo, los sistemas que se encontraban exaltados tienden a normalizarse. Sin embargo, se mantiene la sensación de intimidad que surge entre las dos personas. La relación, no obstante, se caracteriza por la calma, por la sensación de estar trabajando juntos por un proyecto conjunto.
La oxitocina y las hormonas del apego siguen siendo las preponderantes, ya que las personas buscan proteger lo construido. Pero ¿hay pasión?: para Fisher, puede haberla, pero todo depende del grado de libertad y experimentación que se permitan las parejas, que renueve sus sensaciones.
Sumando y restando sensaciones
- Para el sicólogo británico Jeff Garvin, en un primer momento las parejas podían sentirse muy atraídas, pero diferenciaban claramente qué sentían: se trataba de atracción, pero con bajos niveles de pasión, y casi nada de sensación de entrega e intimidad.
- En un segundo momento, el 61% las parejas que seguían juntas por 12 meses dijo que sentían altos índices de pasión, además de mucha entrega e intimidad.
- Un grupo de parejas que llegó al 16% no desarrolló, en tanto, lo que los expertos definían como amor: sentían algo similar al cariño fraterno, es decir, apego e intimididad, pero muy poca pasión.
- Para Garvin, las parejas que sentían amor también construyeron un círculo virtuoso: se sentían satisfechos por ser capaces de mantener la relación y la consideraban clave para su estabilidad y éxito en la vida. Por lo mismo, tendían a cuidar el vínculo generado.